Empezaremos nuestro viaje desde de Bogotá y a través de la sabana de Bogotá donde llegaremos al antiguo poblado Muisca de Sesquilé (palabra que en lengua chibcha significa ‘agua caliente’), desde donde se asciende hasta la Laguna del Cacique Guatavita.
Allí, en tiempos prehispánicos, tenía lugar la ceremonia de la ofrenda, durante la que el cacique cubría su cuerpo con polvo de oro y se sumergía en la laguna mientras el pueblo arrojaba en ella figuras de orfebrería en señal de adoración y agradecimiento a los dioses, especialmente al Sol.
La ruta sigue hasta Guatavita La Nueva, que sustituyó al pueblo que en la segunda mitad del siglo XX fue inundado para formar el embalse de Tominé.
SALIDAS:
INCLUYE:
NO INCLUYE: